- Comer de todo y solito. Seguramente, en el comedor de su cole no serán tan comprensivos como tú. Por eso, es importante que tu pequeño siga una dieta variada que, además, será la base para una buena salud. El verano es una buena época para introducir nuevos alimentos y sabores, porque hay frutas de diferentes colores y texturas que pueden servir para llamar la atención del niño y sacarle de su “rutinario” menú de invierno. Además, se pueden preparar de formas mucho más diversas y divertidas: en zumos, sopas frías, ensaladas... Por otra parte, al encontrarse en sitios nuevos podemos animarle a que tome cosas diferentes, diciéndole que ese plato de pescado, por ejemplo, es típico de esa ciudad o de ese restaurante y que estaría bien que toda la familia lo probara. Porque si tú no lo comes, ¿crees que él se atreverá?
- Retirar de manera definitiva chupetes y biberones: Para el desarrollo correcto del aparato fono articulador ( músculos faciales, lengua, dientes, paldar... etc.) es indispensable la eliminación del movimiento de succión que deforma la cavidad bucal y reduce la fuerza se soplo y de emisión de sonidos entre otras cosas. Además el chupete no puede ser un " Tapón" cada vez que el niño llore o nos moleste. Si llora le enseñaremos a trabajar esa frustración o sentimiento que causa el llanto ya que en el cole no va tener su chupe.
- Vestirse sin ayuda. Estás en el momento justo para que tu pequeño empiece a practicar. No tienes que correr para llegar a tiempo a la escuela y, además, puedes ser más flexible con la ropa que se pone. Permítele elegir un pantaloncito corto, algunas camisetas, una gorra... Si le gustan, se las pondrá feliz; si no, es posible que incluso te monte una escenita y tengas que vestirle tú misma y en plena rabieta. Los primeros días, déjale ponerse la gorra, luego una chaqueta, después los calcetines, hasta que logre vestirse sin ayuda.
- No llevar pañales. El control de los esfínteres se logra entre los 2 años y medio y los 4. Si tu hijo aún lleva pañales, las cosas se pueden complicar en el cole. El verano es una época ideal para quitarle los pañales si aun los lleva.
- Cepillarse los dientes. A los tres años tu hijo ya puede lavarse la cara, las manos y los dientes, aunque necesite un repaso. El problema es que no a todos le gusta hacerlo. Si tu pequeño es de los reacios, proponle que cepille los dientes a su muñeco favorito, que juegue a darse un baño él mismo en su piscina hinchable o que se lave en las duchas de la playa. Además, tienes infinidad de cuentos que fomentan los hábitos de aseo entre los más pequeños.
Y sobre todo: ¡ NO HAGAS POR ÉL/ ELLA LO QUE SABE HACER POR SÍ MISMO-A!
Dales una responsabilidad, halo útil, fomenta su autonomía para que su desarrollo emocional sea equilibrado.
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